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FAMA Studios: paraíso de producción musical en República Dominicana

FAMA Studio owner Luis Betances retained WSDG Latin for an acoustic and aesthetic studio design to create a dream recording studio that meets his production needs in Santo Domingo, Dominican Republic. Control Room A.

Studio A

Ubicado en la zona colonial de Santo Domingo en República Dominicana, este destination studio combina salas en vivo de clase mundial y equipos externos analógicos de última generación con impresionantes vistas y comodidades de primera clase, como chef privado, mayordomo, chofer, alberca de cocteles, jacuzzi y gimnasio. La arquitectura del lugar se fue adecuando al diseño propuesto por el equipo de Walters-Storyk Design Group (WSDG), conformado por Sergio Molho (Socio de WSDG y Project Manager), Silvia Molho (Socia de WSDG y Art Director) y Leandro Kirjner (Project Manager), cuyo resultado es un paraíso para la producción musical.

Estancia creativa estimulante

“Me pareció desde el primer momento muy interesante la ubicación en este espacio colonial de otra época y que se experimente una transición en el tiempo al entrar al lugar. En 2016 se inició el proyecto constructivo del Estudio A y en el inter de 2017 evolucionó a tomar el segundo y tercer piso de la casa, con una impronta visual muy interesante que sirvió a Silvia de inspiración. En ese segundo nivel se desarrollaron el Estudio B y el C, con una remodelación de una estructura existente que se convirtió en algo nuevo, dejando el tercer piso con los espacios de soporte para los músicos, ingenieros y el hospitality del lugar”, describe Sergio.

Sergio Molho, WSDG Partner talking about FAMA Studios.

Sergio Molho, WSDG Partner

Promotores de la música de calidad, y con la misión también de abrir puertas a géneros que no están tan de moda en la región, como el indie rock, la electrónica y la música de raíz, la intención de FAMA es brindar este espacio tanto a artistas de fama mundial, como a aquellos que inician con una proyección única, ampliando las alternativas con servicios como los campamentos de composición y las residencias de colaboración, opciones que son posibles debido al proyecto empresarial del que FAMA es parte y que incluye la actividad turística con hoteles multi locación aledaños al estudio.

Con la experiencia de ser un engranaje para la actividad musical de la localidad, a través del

Luis Betances from FAMA Studios in interview.

Luis Betances, FAMA Studios.

Festival Isla de la Luz y una disquera, la necesidad de tener este espacio para la creación musical comenzó a cobrar vida en 2015, como relata Luis Betances:

“Cuando se montó la disquera, había la visión de hacer el estudio en Brooklyn, Nueva York, pero al final se decidió hacerlo en nuestro país. Se realizó la compra de la casa y a trabajar el concepto de un estudio que fue evolucionando hasta habilitar el segundo nivel, que se estaba utilizando como residencia. Hicimos el contacto con WSDG y empezamos a darle forma a este sueño de un complejo creativo musical en nuestra patria, la República Dominicana”.

El reto de un diseño en evolución

La selección de WSDG para la realización del proyecto partió de la referencia que de ellos tenía Luis y que, por las características e inversión, debía cumplir el estatus premium del grupo empresarial. Hecho el contacto, lo primero fue entender cuáles eran los espacios a incorporar dentro de la estructura existente, como detalla Sergio:

“Hay componentes de dicha estructura (columnas, ventanas y accesos a otros niveles), que cuando se hace una remodelación no deben alterarse, además de que a la par de hacer el proyecto, había una serie de actividades sucediendo en los pisos de arriba que tenían que continuar. Íbamos hacia una situación donde queríamos incorporar un control A con una sala de grabación con un pequeño lounge para los músicos. Esa fue la Fase 1”.

“A partir de ahí empezamos a trabajar en la distribución del espacio y pasar al control room y también, desde ese punto, entrar a la sala de grabación. Una de las primeras preguntas que nos hicimos fue si estábamos buscando un control que mirara de manera frontal hacia la sala de grabación o de forma lateral. Se definió que fuera un control con un monitoreo mirando hacia la sala de grabación, con altavoces empotrados a la pared. Esas fueron las primeras ideas y luego surgió lo de agregar una pared y convertir esa gran sala de grabación en dos para atender los distintos tipos de música y ello ponía la necesidad de tener una separación física entre ambos espacios de grabación simultánea que, al mismo tiempo están unidos para poder tener una batería, una percusión latina o toda una banda completa y el cantante. Al principio teníamos que resolver todas las funciones en la planta baja y es por ese motivo que el garage se transformó en un pequeño lugar de esparcimiento, sin omitir la privacidad”.