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Ubicado en San José Insurgentes, al sur de la Ciudad de México, Estudio Trece fue formado por Francisco Aguilera y Eduardo Acosta, junto con Juan Pablo González, en conjunto con Sergio Molho y el equipo humano de WSDG, el internacionalmente reconocido despacho de diseño de estudios de grabación y espacios acústicos fundado por John Storyk. Gracias a sus propiedades arquitectónicas, Estudio 13 es un sitio nada convencional, con una amplia gama de equipamiento que cede sus espacios a proyectos de grabación que pueden ser desde orquestas hasta locución y doblaje.
En entrevista con los socios que dan sostén al estudio, ellos hablan sobre cómo fue que éste vio la luz, cómo se fue desarrollando, sus visiones y por supuesto, sobre la configuración de equipo que hace del Estudio 13 una valiosa herramienta para el registro sonoro.
Del hobbie al proyecto
Quien comienza es Francisco: “Eduardo es director de teatro, biólogo y músico; yo soy ingeniero bio-médico, productor y compositor; Juan Pablo es ingeniero mecatrónico e ingeniero de audio. Nos conocimos por una obra de teatro que Eduardo estaba montando. Nos tocó el boom de lo digital, entonces en 1998 parecía que era igual de barato hacer nuestro propio estudio que rentarlo. Según nosotros había soluciones muy interesantes, muy distintas a las que habíamos conocido años atrás. Había un cuarto en casa de mis papás que estaba viable para ser acondicionado acústicamente; por supuesto la obra nos costó cinco veces más de lo que pensamos gastar; lo que grabaríamos sería una ópera pop, entonces era todo música. Pero a partir de eso, todo lo que caía en el estudio fuimos usándolo para equiparlo más y nos preparamos; fue una cosa que comenzó como un pasatiempo y terminó siendo un proyecto a largo plazo”.
Eduardo: “Nunca pensamos el estudio como algo comercial, sino como un home-studio, pero a partir de lo que se derivó de la obra, comenzamos a tener proyectos de gente que sabía que teníamos un estudio y de pronto, como tanto a Francisco como a mí nos gusta mucho la música clásica, eso también ha hecho que tengamos sensibilidad para ciertos proyectos. Francisco es músico, yo he estado involucrado en la música toda la vida. Nuestro acercamiento siempre ha sido desde personas quienes disfrutan del audio y de la música y así nos acercamos a los proyectos: buscando que el sonido que se genere en ellos sea uno de alguien de quien ame la música”.
Francisco continúa: “Un parteaguas fue la llegada de una soprano muy importante, Olivia Gorra, junto con James Dempster, quienes buscaban grabar un demo. Después decidieron quedarse con nosotros hasta que grabaron un total de cinco discos. Eso nos dio la posibilidad de ponernos en contacto con orquestas en forma, desde pequeñas bandas de cinco o siete elementos hasta bandas de más de treinta miembros, orquestas híbridas de elementos diferentes junto con elementos eléctricos y demás”.
“Fue partir del 2002 cuando comenzamos a trabajar de una manera mucho más comercial y a buscar distintas soluciones, diferentes acercamientos técnicos. Digamos que siempre hemos estado más acercados a la música y respecto a esto, comenzamos a trabajar como ingenieros, que sí es diferente, porque los fierros los conocíamos en lo básico, todos nuestros conocimientos eran más de la parte musical. En 2008 me fui a trabajar a Boston, sin embargo seguimos trabajando a la distancia y en 2012 compramos este terreno; desde ese año comenzamos a trabajar con WSDG lo que en 2013 comenzamos a construir, sin embargo demoramos cuatro años por muchas razones, problemas legales, diversos, sin embargo, aquí estamos”.
Eduardo sigue con la idea: “Fue muy interesante porque justo en 2012, pensando ya en hacer la expansión del estudio, nos dimos cuenta de que el espacio que teníamos era muy chico como para enfrentarnos a proyectos más grandes. Así fue como Sergio Molho vino y conoció el estudio en donde estábamos y desde entonces comenzamos a tener una relación bastante cercana para ir desarrollando el proyecto”.
“Cuando se compró esta propiedad, Sergio vino a ver lo que en ese entonces sólo era la casa que había antes aquí. Esta fue una relación muy cercana en la que incluso John Storyk (director de WSDG), estuvo muy al pendiente a través de Sergio, haciendo una sinergia muy interesante entre todas las partes: por una parte el diseño, siempre John muy a la cabeza de las cosas, Sergio muy al tanto, Renato Cipriano haciendo el diseño acústico del estudio, Federico Petroni haciendo la integración desde Buenos Aires, Alejandro Bernal que hizo la instalación aq