En 1969, Jimi Hendrix contrató al Arquitecto y especialista en acústica John Storyk – recién salido de Princeton – para diseñar su estudio neoyorquino, Electric Lady Studios. A día de hoy, continúan siendo una incubadora de discos de oro y platino. Han alojado a The Rolling Stones, David Bowie, Led Zeppelin, Stevie Wonder, Arcade Fire, Beck, Daft Punk o U2 entre muchos otros. Si bien Electric Lady Studios es algo así como La Meca de los estudios de grabación, WSDG ha hecho acopio de sus homólogos más cuidados para obtener capturar el sonido de forma fidedigna que merezca, después, ser reproducida en alta fidelidad.
Acústica para inspirar la creatividad
Bruce Springsteen, Green Day, Jay-Z, Alicia Keys, Goo Goo Dolls, el productor Paul Epworth (Adele, Cold Play, Lorde, McCartney), el artista con disco de platino Adam Young, el mito argentino Fito Páez, y la cantante brasileña Ivete Sangalo cuentan con sus propios estudios de grabación. Además, y aunque no es propiedad de una superestrella, el estudio neoyorquino Jungle City ha saltado de las páginas de la revista Vanity Fair a la agenda de iconos musicales como Beyonce, Kanye West, FUN y Usher.
¿Qué hace falta para diseñar un estudio capaz de cumplir las necesidades de tales ídolos musicales? “Cada artista importante con el que he trabajado siente pasión por la perfección” asegura Storyk, “al igual que lo hacen los artistas emergentes”. Además, el arquitecto considera que “un estudio personal es el instrumento definitivo para la creatividad” de cualquier músico o cantante.
Roc The Mic, de Jay Z
Nueva York, Estados Unidos
Un complejo de más de 400 metros cuadrados situado en un apartamento del corazón neoyorquino del Hip Hop, el West Side. El estudio Roc The Mic pertenece al rapero Jay-Z y a Juan Pérez, e incluye amplias salas gemelas de control así como una habitación de producción con herramientas high-end.
Cada habitación busca crear un hito en potencia y precisión gracias a sus equipos de alta gama. Un estudio que no renuncia al lujo ni a la comodidad, ya que los espacios se centran en torno a una gran sala común de la que parten las áreas de privadas para los clientes, decoradas con madera oscura que respalda el gusto del rapero por la elegancia.
The Church Studios, de Paul Epworth
Londres, Reino Unido
Los planes originales solo contemplaban una mejora substancial en el sistema de monitorización y una nueva sala de grabación. Sin embargo, al empezar las obras se descubrió que no había ningún tipo de aislamiento entre las habitaciones de esta iglesia bicentenaria. Los anteriores propietarios, las estrellas de la grabación Dave Stewart y David Gray usaban los estudios, principalmente, para proyectos personales. Las fugas sonoras entre habitaciones nunca había sido un problema para ellos, pero sí lo serían para Epworth, productor de cantantes de renombre como Paul McCartney, Coldplay o Adele.
Aunque agraciada con una acústica perfecta gracias a sus orígenes litúrgicos, el estudio requería una renovación radical para permitir al nuevo propietario, Paul Epworth alojar varias sesiones de grabación de forma simultánea. Desde su sistema personalizado de luces LED que aporta toda la inspiración que pueda existir en la amplia paleta de colores que es capaz de emular hasta a la configuración entre monitor y altavoz patentada, The Church Studios es incomparable.
Sky Harbor Studios, de Adam Young
Minnesota, USA
Nacido como un experimentalista de la música electrónica que usaba como estudio el sótano de sus padres, el cantante/compositor/multiinstrumentalista Adam Young ha evolucionado desde sus ventas iniciales en iTunes a un contrato importante y a un tema que ha alcanzado seis veces el disco de platino: Fireflies de Owl City.
Para promover su creatividad, Young se ha mudado a una pintoresca cabaña de madera en los bosques de Minessota donde ha construido el estudio de sus sueños. Cuenta con una espaciosa sala de control de 62 metros cuadrados construida con madera para complementar el interior de la cabaña, así como su aspecto externo.
Equipada con una mesa de producción personalizada, cuatro bastidores con equipos móviles para hacer realmente fácil la reconfiguración de la sala. Asimismo, cuenta con una innovadora nube cenital policilíndrica que actúa como difusor para afinar las mezclas que le permite adaptarse a diversidad de sesiones.
Estudios Circo Beat, de Fito Páez
Buenos Aires, Argentina
Una de las estrellas musicales más longevas de Argentina, Fito Páez, bautizó su estudio personal después de lanzar uno de sus álbumes más exitosos. El fiero rojo se combina con el rosa más suave en una sala de control de distintivas superficies cóncavas. Páez considera el color una importante influencia creativa, razón por la que ha elegido los tonos amarillos en la sala de directo de sus estudios considerando que este color proporciona un entorno cómodo y tranquilo para las grabaciones.
El contraste entre el Amarillo de la sala de grabación y el rojo de la sala de control potencian el proceso de mezcla. La sala de grabación también emplea diversas acústicas para acomodarse a los variados estilos musicales que aborda Fito, situados en una horquilla que contempla desde la música clásica al rock’n’roll.
GCR Studios, de Goo Goo Dolls
Buffalo, Estados Unidos
En 1984 se diseñó el estudio TrackMasters, en Buffalo (Nueva York). El estudio se ha convertido en un referente de sonido en la costa este estadounidense. En 1986, tres ingenieros de estudio – John Rzeznick, Goerge Tutuska y Robby Takac – se unieron para formar Goo Goo Dolls y se pusieron a vender discos.
En 2009, el grupo compró el estudio, lo renombró como “La máquina interna” (The Inner Machine), lo renovó y actualizó. Ocupa la segunda planta de un antiguo convento con más de 150 años, lo que aporta a las grabaciones que se producen allí un sonido distintivo.
En la renovación se retiraron los acabados originales y se reemplazaron con un pack acústico nuevo que utiliza una buena cantidad de madera. A mayores se construyó una cabina junto a la sala de control de solo 4 metros cuadrados, pero la mayoría de cantantes aprovecha para utilizarlo cuando tiene la oportunidad.
Jota Quest Studios
Belo Horizonte, Brasil
Una de las bandas de pop rock más famosas de Brasil, Jota Quest, que lleva más de dos décadas acaparando puestos en las listas de éxitos musicales del país, cuenta además con una legión de fans por toda Sudamérica.
Una vez dejaron atrás el pequeño local de grabación que habían utilizado anteriormente, decidieron crear un estudios de grabación espacioso, bien equipado, divertido y privado, acorde a su estilo musical y estética personal.
El local de 200 metros cuadrados incluye una sala de grabación de 70 metros cuadrados, una sala de control en forma de parábola. Asimismo cuenta con una sala exterior que incluye un área para los descansos entre sesiones y fiestas.
Jungle City Studios
Nueva York, Estados Unidos
El epítome de la elegancia, la actualización de Jungle City Studios valorada en seis millones de dólares ha marcado un hito sobre hacia donde se dirigen los estudios de grabación. Coronando un lujoso edificio de la zona alta de Nueva York, ocupa casi 450 metros cuadrados distribuidos en un dúplex de techos altos, cuenta con terraza y salida a la azotea del edificio.
Para maximizar las buenas vistas con las que cuenta el estudio, se han unos paneles de cristal insonoro en un diseño innovador que permite a artistas e ingenieros un contacto visual completo, así como deleitarse con las vistas del Empire State o el río Hudson.
Así empieza la pasión por la alta fidelidad
Contar con un estudio de grabación con los dispositivos más punteros para recoger el audio es algo que los cantantes consideran importante, como demuestran los ejemplos anteriores, la mayoría de ellos pertenecientes a cantantes o productores musicales. No obstante, tal despliegue HiFi a la hora de captar el sonido puede verse desvirtuado si se reproduce en equipos de gama baja.
Este tipo de estudios de grabación buscan captar cada detalle del sonido que se produce en la sala, por pequeño que sea, para trasladarlo al oyente. Sin embargo, archivos de audio comprimidos con pérdida como el MP3, un cableado deficiente o el uso de equipos incapaces de reproducir en HiFi supone que esos matices que tanto se han afanado por captar productores, músicos y cantantes se pierdan para siempre.
Por ello, un equipo de sonido en condiciones permite disfrutar de la pieza tal como fue interpretada en el estudio. Si no has probado el audio en alta fidelidad, puedes visitar las tiendas de los minoristas de Sound&Pixel Planet donde podrás probarlo y convencerte de que sí existe una gran diferencia entre escuchar música y revivir la interpretación que se realizó del tema en estudios como los arriba mencionados.
